diumenge, 30 de gener del 2011

Un refredat pot acabar amb la guerra?

Canción del estornudo

En la guerra le caía
mucha nieve en la nariz,
y Mambrú se entristecía.
Atchís.

Como estaba tan resfriado,
disparaba su arcabuz
y salían estornudos.
Atchús.

Los soldados se sentaron
a la sombra de un fusil
a jugar a las barajas.
Atchís.

Mientras hasta la farmacia
galopando iba Mambrú,
y el caballo estornudaba.
Atchús.

Le pusieron cataplasmas
de lechuga y aserrín,
y el termómetro en la oreja.
Atchís.

Se volcó en el uniforme
el jarabe de orozuz,
cuando el boticario dijo:
Atchús.

Le escribió muy afligido
una carta al rey Pepín
con las últimas noticias.
Atchís.

Cuando el Rey abrió la carta,
la miró bien al trasluz,
y se contagió enseguida.
Atchús.

“¡Que suspendan esa guerra!”
ordenaba el rey Pepín.
Y la Reina interrumpía:
Atchís.

Se pusieron muy contentos
los soldados de Mambrú,
y también los enemigos.
Atchús.

A encontrarse con su esposa
don Mambrú volvió a París.
le dio un beso y ella dijo:
Atchís.

Es mejor la paz resfriada
que la guerra con salud.
Los dos bailan la gavota.
Atchús.
  Maria Elena Walsh